Ni denominación de origen ni bodega ni años de envejecimiento ni gama de precios. Según las tendencias actuales en enología para aficionados, son las variedades de uva lo que hoy en día tenemos que conocer. ¡Ah! y sin olvidar que, en cuestión de uvas, también hay modas.
Frente a unos años oscuros en los que las variedades autóctonas eran denostadas en nuestro país y se aplaudían las extravagantes preferencias por las grandes uvas de la tradición vinícola francesa, el tiempo ha terminado por poner las cosas en su sitio. Estas 7 variedades de uva que os vamos a presentar son clásicas e intemporales, el fondo de armario de toda bodega que se precie. Sí, como el petit robe noir o la camisa blanca. Nunca fallan y, ahora, están más de moda que nunca.
El protagonismo de la variedad Tempranillo
Es la estrella de las variedades de uva española, la cepa autóctona por excelencia. Con su aroma a hoja de tabaco, esta uva también conocida como cencibel o tinto fino se cultiva en toda la península Ibérica.
Las cepas de tempranillo son de maduración temprana. De ahí viene su nombre, es el diminutivo de ‘temprano’, porque madura algunas semanas antes que la mayoría de uvas tintas. Sus racimos son grandes, compactos, con uvas de color azulado, casi negro, pulpa jugosa y piel gruesa.
Esta uva da un color muy intenso y es ideal para hacer grandes vinos, como el Viña Albali Reserva, que envejece durante 12 meses en barricas de roble americano y entre 2 y 3 años en botella para completar su evolución. Posee un fuerte color rojo cereza, con aromas complejos de vainilla, chocolate, especias y fruta. Tiene cuerpo y finura de taninos, es muy aterciopelado y nada áspero.
Por su parte, el Viña Albali Crianza demuestra como ninguno el engranaje perfecto que forman la uva tempranillo con la madera de roble. Las barricas de roble americano por las que pasa el vino durante 6 meses potencian el sabor de la uva y le aportan toques de roble, tostados y especias. Después, el envejecimiento se completa ya en botella, durante 2 o 3 años, lo que acaba suavizándolo. El resultado es un vino complejo, suave en el paladar y con un final prolongado.
En contraste, el Viña Albali Roble es un tinto joven monovarietal muy expresivo, con taninos bien afinados, aromas de frambuesa y retazos ahumados gracias a su paso durante 3 meses por barrica de roble americano con diferentes grados de tostado.
La valorada Cabernet Sauvignon
Nos ponemos firmes y en primer tiempo de saludo porque estamos ante una de las uvas más conocidas y valoradas del mundo, la Cabernet Sauvigon. La enóloga británica, crítica y Master of Wine, Jancis Robinson, una de las más respetadas del mundo, dice de esta uva que es “el patrón oro del vino tinto de guarda”. Es una de las variedades de uva más cultivadas, aunque su tierra natal es Burdeos, concretamente la zona de Medoc. Quizá su fama se deba a que algunos de los vinos bordeleses más apreciados del mundo, los míticos Chateau Lafite o Chateau Latour, se elaboran con ella.
Pero de Burdeos esta uva se ha exportado a todo el mundo adaptándose en muchas zonas vinícolas. Desde las llamadas regiones del Nuevo Mundo, como California, Sudáfrica o Australia, a Italia o Grecia, pasando también por España. Aunque se cultiva también en otras regiones, el clima extremo de Valdepeñas, con 40 grados en verano y diez bajo cero en invierno, se ha revelado perfecto para esta uva de maduración tardía.
La uva Cabernet Sauvignon es relativamente pequeña, de color azulado muy oscuro y piel gruesa. Da lugar a vinos tintos intensos en taninos y color. Con cuerpo y complejidad, destaca el Viña Albali Gran Reserva, elaborado con dos tipos de uva, Tempranillo y Cabernet Sauvignon, que forman un tándem perfecto.
Se vendimian a mano a mediados de septiembre y tras la fermentación, el vino envejece en barrica de roble americano una media de 24 meses para continuar su evolución después, ya en la botella. Se trata de un vino potente y sabroso, de un color rojo muy poderoso, con aromas a cuero, cacao y especias; y con notas de cata de frutos rojos, vainilla y roble, ideal para maridar con carnes rojas, asados y guisos.
Verdejo, la ascensión del vino blanco
La uva verdejo tiene el honor de ser la impulsora del renacimiento del vino blanco en España, hace 20 años, cuando empezó a valorarse este vino. Es una variedad autóctona. De hecho, su origen se remonta al siglo XI, cuando tras la reconquista de Toledo se fue cultivando a medida que se repoblaba el país hacia el norte con vascones, cántabros y mozárabes. Castilla León y Castilla La Mancha, principalmente, pero también Extremadura, son las comunidades donde más se cultiva.
La verdejo aporta matices de hierba de monte bajo, fruta y una excelente acidez. Da lugar a vinos versátiles e incluso ecológicos que maridan bien con casi cualquier plato.
Sauvignon blanc o el sabor de la naturaleza
Si hay una uva blanca capaz de amenazar el dominio de la Chardonnay, esa es la Sauvignon blanc. Aunque su origen está, de nuevo, en Francia, se ha extendido por todo el mundo. Su principal característica es su marcado aroma a hierba y hojas verdes, junto con notas minerales, muy elegantes. Ahora bien, en climas cálidos, esta uva pierde esas notas herbáceas en favor de aromas a frutas exóticas.
En España se cultiva, fundamentalmente, en Castilla La Mancha. Viña Albali elabora un vino con un coupage de lo más interesante: verdejo y sauvignon blanc. Es un vino de la Tierra de Castilla que, como los Vins de Pays de Francia, constituye una indicación geográfica española para los vinos producidos en Castilla La Mancha. Gracias al clima manchego, este vino resulta menos herbáceo que sus homólogos franceses monovarietales. En boca, nos recuerda frutas como la piña, la pera o la manzana.
La carnosa y azulada uva Merlot
‘Merlot’ es el diminutivo de mirlo en occitano por la extraordinaria similitud de los colores de esta uva y el plumaje del ave. Son uvas grandes y de color azul oscuro, carnosas, que se adaptan bien a todos los climas y suelos. La uva merlot es originaria de Burdeos, como la Cabernet Sauvignon, aunque madura antes y con mayor facilidad, y proporciona vinos suaves y afrutados. La propuesta vinícola de Viña Albali con esta uva en exclusiva aporta aromas balsámicos y frutales, de ciruela, con un cuerpo muy elegante.
Shiraz, de Francia a España
Shiraz o syrah es otra de las grandes uvas tintas y una de las variedades más empleadas para hacer los grandes vinos franceses, aunque su cultivo está extendido ya uiversalmente. Esta uva genera vinos suntuosos, potentes, vigorosos, con cuerpo, de textura sedosa, profundo color… vinos, en definitiva, con mayúsculas.
Los suelos de Castilla La Mancha, calizos y arcillosos, donde las viñas crecen a unos 700 metros de altitud y las precipitaciones son escasas, ofrecen unas condiciones excelentes para esta uva, y para la gama de vinos varietales de Viña Albali. Entre ellos, destaca el elaborado con esta uva en coupage con tempranillo. Un vino de color rubí con reflejos violáceos, aromas a frutos rojos y ciruelas maduras y cálido y sedoso en la boca, con taninos muy equilibrados.
Chardonnay puebla Castilla La Mancha
La uva chardonnay es la variedad de uva blanca más cultivada en todo el mundo y, aunque es la uva de Borgoña por excelencia, no hay región vinícola que no la produzca. En España está muy extendida, la lista de denominaciones de origen que la admiten es enorme, y en Castilla La Mancha se cultiva más uva chardonnay que en toda Borgoña.
Se trata de una uva que se adapta muy bien a diferentes climas y es bastante neutral, de tal forma que da lugar a vinos completamente diferentes en función del terruño, o terroir, donde se desarrolle.
Esta variedad de uva también es ideal para elaborar vinos espumosos, de hecho, junto con las variedades airén y viura, es la uva con la que se elabora el espumoso Viña Albali Brut, fresco y afrutado, de color oro pálido y burbuja fina y persistente.
En definitiva, si quieres estar a la última, completa tu bodega con las siete variedades más trending topic del momento y descubre el placer de una copa de vino seleccionado solo o en compañía.