En torno a una mesa suceden gran parte de nuestros mejores recuerdos. Los celebramos con comida y brindando con una copa de vino. Hoy, más que nunca, somos conscientes de las cosas que verdaderamente tienen importancia, como las personas a las que más queremos.

Valoramos los pequeños detalles y vivimos como intensidad esas pequeñas cosas que ahora dejan un recuerdo imborrable. Los momentos para celebrar la amistad, la familia y la pareja son más emocionantes alrededor de la mesa y con una copa del vino ideal para cada momento.

Risas, charlas, vino y un picoteo de carne con los amigos

Para este encuentro con amigos, os proponemos una cena informal de picoteo a base de varias elaboraciones con la carne como protagonista. Jugaremos con diferentes tipos de carne (ternera, cerdo y cordero) y con elaboraciones que se hacen al momento, otras que podemos tener preparadas con antelación y también con la diversión de cocinar en la misma mesa.

Pero siempre bajo la misma premisa: prescindiendo de formalismos, con bocados que se puedan tomar de pie, sin cubiertos, sin prisa, con la charla y con el brindis como eje de la reunión.

El primero de los platos que os proponemos son unos pinchos morunos que elaboraremos con carne de cerdo. Puedes usar lomo o solomillo, aunque el secreto del plato está en el adobo. Tritura con el robot de cocina o la trituradora cuatro dientes de ajo y una cebolla pelados y previamente partidos en trozos gruesos. Añade un ramillete de cilantro lavado y el zumo de un limón.

Cuando esté triturado, incoprora las especias, esto es: una cucharada de pimentón picante, otra de comino en grano, una pizquita de canela molida y otra de cúrcuma. Vuelve triturar para que se mezcle todo. Pon sal y pimienta negra recién molida y un buen chorro de aceite de oliva virgen extra. Sigue mezclando todo hasta que se forme una pasta.

Introduce la carne en esta pasta, en un bol o en una bolsa de congelación y mueve para que se impregne bien. Lo ideal es que este proceso lo hagas un día antes, y mantengas la carne en adobo en la nevera al menos 24 horas para que coja todos los sabores y jugosidad del adobo.

Un rato antes de la cena, solo tendrás que ensartar los trozos de carne en las brochetas para cocinarlos en una plancha bien caliente hasta que estén dorados.

Aquí tienes la receta completa de los pinchos morunos.

En la misma plancha, y también al momento, puedes preparar unos churrasquitos de cordero. Se trata de un corte del cordero poco conocido pero muy sabroso. Son las puntas de las costillas del cordero recental, una pieza que se retira para el dejar el carré igualado y que cuenta con una buena cantidad de carne y con las puntas del hueso. Se trocea en pequeñas porciones y tan solo hay que cocinarlas en la plancha bien caliente hasta dejarlas bien churrascadas.

Por último, os proponemos preparar una fondue con carne de ternera. Solo tendrás que tener preparada la carne partida en dados no muy grandes, alguna guarnición y unas salsas. Cada comensal irá preparando su propia carne durante la cena en la marmita de aceite hirviendo.

Maridaremos este menú tan carnívoro con el Viña Albali Gran Reserva, un vino que ha envejecido 18 meses en barrica de roble americano y que después ha completado su evolución, reposando, ya embotellado, entre 3 y 6 años. Esa crianza da lugar a un vino lleno de aromas, de frutos rojos, especias y cuero, pero muy equilibrado en boca, con los taninos muy pulidos y sutiles, expresivo y equilibrado, ideal para celebrar reencuentros y brindar con los amigos.

Otra estupenda opción de maridaje es el Viña Albali Reserva, con aromas de vainilla y especias, muy buena expresión tánica, y final prolongado, perfecto para acompañar carne.

 

Ver esta publicación en Instagram

 

Una publicación compartida de vinaalbali (@vinaalbali1962)

Un brindis en familia, al calor del hogar

Con la familia, siempre hay algo que celebrar. Un examen aprobado, un ascenso, un compromiso, nuevos proyectos, un cumpleaños, un aniversario o, sencillamente, que seguimos unidos, como una piña.

Para ese momento de celebración en familia os proponemos una deliciosa lasaña de carne, que resulta reconfortante y sabrosa para rebañar el plato y chuparte los dedos… Perfecto para compartir con tus seres queridos.

Para darle un toque más especial, el relleno será una boloñesa tradicional, solo que un poco más espesa que la salsa. Aunque es un poco elaborada, el resultado es espectacular, y la familia bien lo merece.

Comenzaremos con el relleno, que puede hacerse un día antes. Pocha a fuego muy suave dos cebollas, dos dientes de ajo, un pimiento rojo y otro verde, dos zanahorias y una rama de apio, todo perfectamente limpio y picado en brunoise fina. Cuando la verdura esté bien hecha, añade una cucharilla de pimentón dulce, 200 gramos de tomate frito, medio kilo de carne picada, mezcla de ternera y cerdo y una cayena para darle un toque picante.

Añade también una copita de vino tinto y las especias: un poco de orégano y tomillo al gusto y dos hojas de laurel. Lleva a ebullición y cocina a fuego suave durante media hora, destapado, para que espese.

Para hacer la lasaña, prepara las placas de lasaña siguiendo las instrucciones del fabricante. Monta el plato poniendo en el fondo de una fuente una capa de tomate frito. Coloca después la pasta, una buena cantidad de relleno y así sucesivamente hasta terminar con una capa de pasta. Cubre con salsa bechamel preparada al momento, hecha a partir de una roux de harina y mantequilla, con leche y aderezada con sal, pimienta negra y nuez moscada recién rallada. Termina con queso parmesano rallado y hornea durante 15 o 20 minutos.

Completa el menú con una ensalada de hojas verdes y armoniza la comida con el Viña Albali Roble, un vino joven de un intenso color granate con reflejos púrpura, lleno de aromas de frutos rojos y algún toque ahumado.

Esta lasaña también maridará muy bien con el Viña Albali Crianza, un vino muy agradable, suavizado por el tiempo que ha pasado en barrica de roble americano y el reposo de 2 a 3 años posterior, ya en la botella. Es un vino con una buena expresión tánica y un final prolongado, tanto como la sobremesa de esta celebración familiar.

Chocolate, vino y dos copas, celebración en pareja

Quizá puedas añadir unas velas y una mantita para taparos en el sofá… pero celebrar el amor en pareja no requiere más que de unas trufas de chocolate, dos copas, y una botella de vino tan chispeante como un Viña Albali Frizzante Verdejo. Es un vino goloso, con aromas de fresa y frutos del bosque, pero muy refrescante gracias a las burbujas. Un vino equilibrado que armoniza perfectamente con el chocolate.

Para hacer las trufas, derrite 120 gramos de chocolate negro con cuidado de no quemarlo y añade 50 gramos de mantequilla en pomada, 20 mililitros de brandy, 30 mililitros de nata para montar y una yema de huevo, e integra todo bien. Deja enfriar un par de horas en la nevera. Pasado ese tiempo, saca y forma las bolitas con un molde o con las manos y vuelve a enfriar media hora en la nevera.

Derrite 60 gramos de chocolate negro y baña las trufas, colocándolas en una rejilla para que escurra el exceso de chocolate. Vuelve a llevar a la nevera una hora. Pasado este tiempo, báñalas en cacao en polvo y colócalas en una bonita bandeja, junto a unas frambuesas frescas.